Sus piernas corrían, corrían sin pausa a un ritmo
desesperado, el vestido se le enganchaba en los tobillos a cada paso antes de
que se lo cogiera con ambas manos y siguiera zigzagueando por aquel laberinto
de arbustos enormes. Tenía que estar cerca, lo sentía, lo sentía como nunca
antes lo había sentido…
La gravilla crujía bajo sus apresuradas botas, iba apartando
con desesperación a cada persona u objeto que se cruzase en su camino, no tenía
tiempo de esquivarlos, debía darse prisa, continuar corriendo, centrarse en
buscar, en seguir su instinto. Se adentró en aquel verde laberinto porque lo
sentía, lo sentía como nunca antes lo había sentido…
Recorrían aquel interminable pavimento enredado, tropezando,
yendo por caminos sin salida, magullándose… Era como si nunca fuesen a salir de
ahí, no había un camino que llevara al otro lado.
El sol comenzó a ponerse, y la desesperación afloró…
Un grito de rabia resonó por los pasillos de aquel entresijo
natural, el eco llevó su voz mucho más allá… Estaba cerca.
Siguió la voz grave como si fuese una dulce nana, captó el
tintineo en su cabeza y corrió, corrió más si cabe, que antes.
Chocó contra un arbusto, y gritó de rabia, dónde estaba,
quería salir de allí como fuera, necesitaba llegar al otro lado.
Corrió, corrió llevándose por delante todas las ramitas y
paredes que no la dejaban ver por dónde iba, tenía el pelo en la cara y casi no
veía, le faltaba el aliento, pero siguió corriendo, corrió hasta que se chocó
contra algo que casi la hace caerse de espaldas, aquello no era un arbusto.
Llegó a una pequeña placita con una fuente, debía ser el
centro de aquello, o eso quería creer, y si era así, ya estaba más cerca del
otro lado. Echó a correr de nuevo por uno de los caminos, el aliento ya le
empezaba a faltar, pero siguió corriendo, corrió hasta que se chocó de nuevo
contra algo, pero aquello no era un arbusto…
Unos ojos verdes lo miraban muy abiertos, lo miraban
ansiosos y sorprendidos, la chica se aclaró la garganta y se peinó un poco.
- ¿Dónde has estado?- atinó a decir con la respiración
entrecortada.
Y él sonrió, sonrió de medio lado haciendo que el laberinto
desapareciera bajo sus pies y el mundo fuese solamente suyo…
Inspiración: Rihanna - Where Have You Been
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